

Las arañas vasculares son un problema estético que afecta a millones de personas.
Se trata de dilataciones de los vasos capilares sanguíneos que aparecen en la dermis, en la parte exterior de las piernas.
Aunque las arañas vasculares son similares a las varices, las primeras son más pequeñas y no causan el dolor que se asocia a las varices.
Las principales causas del origen de las arañas vasculares son 3:
- La herencia, pues, si algún familiar las padece, lo más probable es que las padezcamos.
- El embarazo, debido a que las variaciones en los niveles hormonales pueden afectar a la circulación sanguínea.
- Y pasar mucho tiempo de pie o sentados, ya que, las paredes de las venas sufren un aumento de presión, y como consecuencia se formas las arañas vasculares.
Arañas vasculares, ¿cómo aliviarlas?
No obstante, existen diferentes tratamientos que puedes ayudarnos a atenuarlas y/o hacerlas desaparecer.
Por un lado, tenemos la escleroterapia con microespuma. Es uno de los tratamientos más comunes.
Para llevarlo a cabo, el profesional médico inyecta una sustancia química en las venas, con el objetivo de sellarlas.
Por otro lado, tenemos el tratamiento con láser, en este procedimiento se utiliza un láser para enviar ráfagas de luz a través de la piel y la vena.
De esta forma, poco a poco se va desvaneciendo la araña vascular. Este es uno de los tratamientos que mejores resultados presenta.
No podemos olvidarnos de la termocoagulación por radiofrecuencia. Mediante el cual, agujas muy pequeñas actúan de forma local, sin dañar el resto de la piel, sellando la vena.
Por último, otro de los tratamientos más llevados a cabo, tanto para prevenirlas como para eliminarlas, es la hidroterapia.
En los spas, se llevan a cabo hidroterapias empleando el agua a diferentes temperaturas, alternando agua fría y agua caliente, aplicándola a través de chorros de agua de diferente presión.
Es una terapia muy recomendable, pues el agua caliente provoca la dilatación de los vasos sanguíneos superficiales favoreciendo la circulación bajo la piel.
Mientras que, el agua fría provoca la contracción de los vasos sanguíneos.
Ambas temperaturas, junto con los diferentes niveles de presión del agua, proporcionan no solo un masaje relajante, sino que también mejora la circulación venosa.
Retrasando o impidiendo la aparición de arañas vasculares.
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